Podemos usar el método científico en casi todo lo que hagamos 🚀:
para mejorar un robot de Lego Spike Prime, crear un puente más fuerte con piezas, programar un sensor que detecte objetos, o incluso descubrir por qué una planta crece más rápido en un lugar que en otro 🌱.
Siempre que tengamos una pregunta, una idea y queramos probarla, el método científico es nuestra herramienta secreta 🔍.
El método científico tiene sus raíces en la antigua Grecia, donde filósofos como Aristóteles, René Descartes observaban y razonaban sobre la naturaleza.
En el siglo XVII, científicos como Galileo Galilei y Francis Bacon perfeccionaron la idea de observar, experimentar y sacar conclusiones, creando la base de cómo hoy investigamos y resolvemos problemas de forma lógica y ordenada.
Los pasos del método científico son:
Observación – Notar algo interesante o un problema.
Pregunta – Formular una duda sobre lo que observaste.
Hipótesis – Proponer una posible respuesta o solución.
Experimentación – Probar tu hipótesis con un experimento.
Análisis – Revisar y estudiar los resultados.
Conclusión – Decidir si tu hipótesis era correcta o no.
Comunicación – Compartir lo que aprendiste con otros.